martes, 26 de enero de 2010

CUANDO LA FORMACIÓN NO ES EFICAZ I


A menudo las empresas encargan cursos de formación para el personal con el objetivo de que mejore su comunicación, su gestión emocional o su manera de liderar a otros.
Se asume que tal departamento o persona tiene "problemas" de comunicación, o "no sabe" gestionar/motivar a su equipo, "no sabe" gestionar el estress ante las incidencias o "necesita mejorar" su gestión del tiempo.


Sin embargo, los responsables de las empresas no piensan que a menudo la falta de comunicación o de liderazgo efectivo (por ejemplo) no son los problemas prioritarios. Este punto de partida sería más doloroso porque implicaría tener conciencia de que el problema de raíz es otro.

Uno de los casos que con frecuencia me encuentro es el de una inexistente o deficiente descripción de puestos de trabajo. Parece un tema básico y la realidad muestra que no se le presta la debida atención. En estas ocasiones, las personas que ocupan estos puestos se sienten desmotivadas.
Hace unos meses tuve la ocasión de impartir formación en "conducción de equipos y motivación" a un cuadro de mandos de una organización. Después de indagar llegué a la conclusión de que tenían un departamento de Recursos Humanos inoperativo. Más orientado a la gestión laboral que a una verdadera gestión de los Recursos Humanos. No se habían preocupado de la definición de puestos y responsabilidades. Entendí que, como en muchas ocasiones sucede, la definición original de puestos y organigrama se había quedado desfasada debido a los cambios organizacionales y nadie se había preocupado de actualizar los cambios debidamente. Se producían incursiones en la toma de decisiones en todas direcciones que provocaban la paralización de los mandos. Se sentían no sólo confusos, sino "vendidos" y desmotivados. Por lógica, esta desmotivación se trasladaba a sus equipos de trabajo.


La gerencia llegó a la conclusión de que su personal estaba desmotivado, que los mandos no sabían gestionar bien a sus equipos y que necesitaban un "curso". Es más cómodo pensar en la formación que en abordar el problema en serio. En estos casos, se entiende que los asistentes a los cursos piensen que la empresa no tiene en cuenta la problemática real a la que se enfrentan.