viernes, 11 de diciembre de 2009

POWERPOINTITIS


He impartido una formación express de un día sobre gestión del tiempo en una empresa del sector servicios. Como suelo hacer habitualmente, había preparado un powerpoint con información resumida a modo de ayuda visual. Dos días antes, me comunicaron que no disponían de cañón ni pantalla para proyectar la presentación de powerpoint. Contesté que no sería inconveniente y que podría impartir la formación sin estos recursos. Además, al ser un curso de corta duración, comenté que la utilización del powerpoint no hubiese añadido demasiado valor a la sesión. Noté que mi interlocutor se quedó algo sorprendido.

Las presentaciones en powerpoint son las más utilizadas, ya sea en formación, en congresos, presentaciones de empresa, ... No hay duda de que una presentación ingeniosa y bien empleada ayuda. Especialmente, en formaciones de larga duración la utilización del powerpoint contribuye a aliviar la presión en determinados momentos. Sin embargo, a menudo se les da un excesivo protagonismo que no implica necesariamente más efectividad. Todavía recuerdo cuando la tecnología no había avanzado tanto y las presentaciones se basaban más en la capacidad del emisor de captar la atención y de transmitir no ya datos o información, sino de transmitir emoción a sus oyentes. Pienso que no debemos perder este punto de vista y preparar las presentaciones "a pesar del" powerpoint. Y cuando lo utilicemos, no otorgarle el papel de protagonista de la función.


Adjunto una entretenida presentación en powerpoint al respecto. http://www.slideshare.net/thecroaker/death-by-powerpoint